El fenómeno coworking (el mercado de oficinas flexibles) continúa expandiéndose en España con la vista puesta en alcanzar hasta un 30% del mercado total de oficinas en 2030 impulsado por unas inversiones que, en las principales empresas del sector, suman ya más de 70 millones de cara a los próximos años.
En España, este mercado se concentra en grandes núcleos urbanos, principalmente, en Barcelona y Madrid, aunque aún se sitúan en los puestos 12 y 13 del ranking europeo de demanda que elabora la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman y la firma Workthere.
Como prueba del apetito de los usuarios por este modelo, la contratación de oficinas de este tipo de espacios flexibles se triplicó en Barcelona y Madrid en 2018 con respecto al año anterior y permitió que ambas ciudades pasaran de tener 30.000 metros cuadrados (m2) a sumar más de 90.000 m2, según un estudio elaborado por la consultora Cushman & Wakefield.
Las cifras son aún más optimistas en el caso de Utopicus, la plataforma de coworking de la inmobiliaria Colonial, que afirma que ambas ciudades suman ya 150.400 m2, un 1% respecto al mercado total de oficinas.